El Cenit fue una experiencia nueva y sumamente interesante para mí. Además de verme envuelta en diferentes actividades, me permitió desenvolverme en grupos grandes y fortaleció mis habilidades interpersonales.
El hecho de que este encuentro interescolar reuniera estudiantes de diferentes provincias y países resultó en que todos y cada uno de nosotros nos viéramos expuestos a diferentes culturas, lo cual ayudó a explorar más allá del terreno demarcado por los límites de nuestra imaginación. Además de ser un evento académico, la expresión cultural propia del país o región (esta fue mi parte favorita) era exhibida a través de bailes, comidas e incluso a través de las relaciones amicales que cada uno estableció en el transcurso del evento.
Realmente fue una experiencia inolvidable y espero que muchos más alumnos aprovechen esta oportunidad a futuro, ya que es una manera de abrir los ojos frente al mundo y acondicionar nuestra mente para siempre recibir culturas distintas con tolerancia, curiosidad y ganas de aprender.
Escrito por Maria Paula Freyre, estudiante de quinto de secundaria.