Escrito por Enrique Rodriguez de 5C
El 05, 06 y 07 de Junio, junto a otros alumnos del Colegio; acompañados por profesores del Área de Sociales, como Alberto Varela y Juan Manuel Jiménez, tuve la oportunidad de competir en la primera edición del Modelo de las Naciones Unidas organizada por el Colegio Villa María La Planicie (VM MUN), oportunidad que no cambiaría por nada en el mundo. En estos tres días de esfuerzo y dedicación no solo tuvimos la oportunidad de desarrollar nuestro inglés y hacer nuevas amistades, sino también la oportunidad de mejorar nuestras habilidades de negociación, de oratoria y ponernos en la posición de un país respecto a una problemática de la actualidad e intentar resolverlo, mediante soluciones viables y sustentables.
Desde los entrenamientos que nos daban miembros de la «International Delegation of Peru», nos comprometimos con el evento y dimos nuestro 100% tanto en los entrenamientos como en los tres días de debate. Sabíamos que era un gran reto, competíamos con 800 alumnos de los mejores Colegios del Perú, pero era un reto que estábamos decididos de aceptar.
Durante gran parte del día estábamos en nuestros respectivos comités, debatiendo y negociando con otros delegados. En mi caso, junto a mi pareja, Valeria Escudero, se nos designó el comité llamado SOCHUM (Social, Cultural and Humanitarian Committee) donde habían alrededor de 100 delegados para tratar el tema del «Viejismo» o «discriminación a la población de edad avanzada». Durante las tres horas que duraba cada sesión, estuvimos debatiendo, dando discursos, negociando con otros delegados y redactando resoluciones para luego ser expuestas ante todo el comité. Uno llega a sumergirse tanto en el papel de delegado que las horas se convierten en simples minutos y uno se llega a sentir comprometido con la posición de su país a tal punto que desea que el debate nunca termine.
Durante el mediodía, teníamos un break para descansar, almorzar y conocer personas con diferentes perspectivas y formas de pensar. Gracias a esta experiencia pudimos conocer gente de otros colegios como Villa Caritas, San Silvestre, Markham, Newton, Santa María, Villa María, entre otros. Este tiempo lo usábamos para conocernos mejor y al mismo tiempo negociar con los otros delegados. En las noches se organizaban «Social Events», como el Show de Talentos y el Global Village, los cuales nos sirvieron para integrarnos y fomentar un entorno de compañerismo y competitividad sana entre nosotros.
Finalmente, el tercer día, el cual fue el más intenso, se llegaron a las resoluciones en las cuales los delegados decidían la mejor solución para combatir la problemática planteada. Durante la ceremonia de clausura todos estábamos emocionados, ya que llegaba el momento de que anuncien a los ganadores de los comités, pero al mismo tiempo apenados porque esta maravillosa experiencia llegaba a su fin. Finalmente, luego de haber dado nuestro 1000%, Valeria y yo obtuvimos el reconocimiento como «Best Delegates» por haber sido los mejores delegados de nuestro comité.
Al participar en un Modelo de las Naciones Unidas, uno se da cuenta de que los premios son simples reconocimientos que sí valen, pero al final de todo lo más valioso es la experiencia que uno vive. Gracias a este evento desarrollamos nuestras diferentes habilidades, valores y conocimos nuevas personas, personas a las cuales puedo llamar amigos y con los cuales podré contar cuando nos encontremos en futuros eventos. Un MUN es una experiencia única e inigualable, experiencia que todo estudiante debería tener y que no cambiaría por nada en la vida. Finalmente, damos gracias a Dios y a la Virgen del Carmen, a nuestros padres, a nuestros profesores del Área de Sociales y a nuestros entrenadores de la IDP, por siempre creer en nosotros y prepararnos para estos eventos, y a nuestro Colegio Carmelitas, sin el cual no hubiéramos podido tener esta maravillosa e inolvidable experiencia.
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